Vamos a hablar hoy de las apuestas y del tamaño de las mismas, ya que es muy importante saber cuanto apostar en cada momento teniendo el cuenta el propósito que queremos conseguir con esa apuesta.
Básicamente, cuando alguien realiza una apuesta, es por alguno de estos 3 motivos.
1- Por valor. Queremos( y creemos) que manos peores nos paguen.
2- De farol. Queremos hacer foldear a manos que nos ganan.
3- Por protección. Debemos proteger nuestra mano que tiene valor, pero el rango del villano tiene demasiada equity contra nosotros como para poder dar cartas gratis.
Una vez que tenemos claro en que situaciones debemos apostar, es el momento de saber cuanto tenemos que apostar.
No existe una ley que diga cuanto hay que apostar en cada situación, pero si que existen situaciones en las que apostar una determinada cantidad es incorrecto.
1- Apuestas ridículas.
Un error muy común de gente novata es apostar lo mínimo de la mesa, sea cual sea el tamaño del bote. Esto es un error muy grave, os pongo un ejemplo básico y genérico.
Estamos ya en el river con un bote de 50€ y nuestro rival nos apuesta 1€.
Realizar esa apuesta no tiene sentido alguno y el call (al menos) es instantáneo tengamos prácticamente cualquier cosa porque con que ganemos una de cada 51 veces nos saldrá rentable el movimiento.
Pagamos 1€ y perdemos. Perdemos 50 veces seguidas. Perdemos 50€
Pagamos 1€ y ganamos en la ocasión 51. Ganamos 52€.
A la larga ganamos 2€.
2- Overbets.
Generalmente, y salvo que el villano nos haga pensar lo contrario, realizar una overbet no suele ser correcto porque vamos a conseguir que nuestro rival foldee muchas veces ¿Porque es esto malo? Porque si lo que queremos es tirarlo del bote, probablemente una apuesta mas pequeña nos valga también y porque si lo que queremos es que nos pague, también deberíamos apostar menos para extraer mas valor, ya que haciendo una overbet lo normal es que foldee.
Con esta pequeña introduccion a las apuestas y a sus tamaños lo dejamos por hoy.
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